Así es, llevo un par de semanas algo alejado de este mundo, pendiente de la vibración del móvil, a expensas del mensaje que me despierte de mi letargo temiendo, a la par que deseando, el dia de nuestro encuentro...
Muchas son las horas invertidas en una conversación indefinida, en pláticas llenas de sucesos personales que intentamos extirpar o en su defecto, sanar, en nuestro camino hacia lo desconocido. Es tiempo de esperanza, templanza y ensoñación...Sueños empañados y alimentados por el reflejo de un monitor, en el que a priori veo un alter ego, pero buceando en el mismo, puedo vislumbrar una persona que puede que albergue un nexo directo con mi meta existencial. Un reflejo, un sueño, un monitor que en muchas ocasiones me encantaría destruir con el objeto de llegar hasta lo mas profundo de tu ser...rios de tinta que solo reflejan un sentimiento, mi eco vital, un bello trastorno mental...
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